lo mejor de los dibujos animados es que podemos romper todas las leyes de la física, la química e incluso la cuántica. Por romper somos capaces de destruir el jarrón feo ese que nos regalaron hace años y que cada vez que lo vemos nos entra úlcera. es más, la coherencia también nos la podemos saltar, creando de esta forma un ambiente más surrealista que George Bush resolviendo crucigramas. el segmento "Tocata y fuga en D menor" nos valdrá de ejemplo.
fijáos que en que los protagonistas de este segmento son, ni más ni menos que líneas y manchas, elementos no precisos ni definidos pero cargados de mucha fuerza. con esto quiero decir que no importa que seáis un perro, un horno microondas o una raya siempre y cuando os guste serlo. mañana empezaremos con la primera clase de verdad.
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