Nya, ¡Felicidades hijos de las sombras! Reuníos en torno a mí. Para conmemorar este día en el que somos libres de aterrorizar a la humanidad os contaré una historia antes de partir en nuestro viaje de horror. ¡NYEJEJEJEJE! Escuchad, escuchad atentamente.
"La esposa rana"
Mukashi era un joven granjero que trabajaba muy duro desde el amanecer hasta el anochecer. Cuando llegó el tiempo en que todos los jovenes estaban en edad de casarse se preguntó si algún día encontraría una mujer que le quisiera, puesto que su trabajo absorbía todo su tiempo. Además esa mujer se vería obligada a llevar también una vida de continuo trabajo. Al poco tiempo un vecino le presentó una preciosa joven muy alegre y trabajadora. Se casaron pronto y vivieron felices durante trece años, trabajando mucho pero sintiéndose dichosos. Un día su esposa pididó a Mukashi permiso para ir sola a su casa durante unos días, para asistir al funeral de su padre. No tuvo razón para negarse pero le preocupaba la idea de que insistiera en ir sola. ¿Por qué no querrá que conozca a su familia? ¿Se avergüenza de ellos o de mí? Estas preguntas le rondaron la cabeza de forma insistente hasta el momento de la partida. Fue entonces cuando se dio cuenta de que en trece años nunca había dicho una sola palabra de su familia. No sabía nada en absoluto de ellos ni tampoco del pasado de su amada esposa. Sintiéndose inquieto por todo ello decidió seguirla a escondidas. Tal vez así despejaría sus dudas. La persiguió por una extraña dirección, por donde no se iba a ninguna ciudad o pueblo cercano. Al poco dejaron de verse casas también. Al llegar a un campo de arroz la mujer se detuvo y su marido, escondido, vio como desaparecía de un salto. Al mismo tiempo algo pequeño y de color verde cayó al agua. Mukashi estaba aterrado. ¿Qué había pasado con su mujer? La buscó por todos lados pero no la encontró. Lo único que había eran ranas croando. Estaba cansado de buscar y también enojado por no ser capaz de encontrar a su amada ni saber qué había sido de ella. Para desquitarse cogió una piedra y la lanzó al campo. De inmediato las ranas dejaron de croar. Por algún motivo Mukashi se sintió horrorizado ante ese simple hecho y corrió lo más rapido que pudo a su casa. Al anochecer su mujer regresó.
- ¿Cómo es que regresas tan pronto?
- Pasó algo muy extraño. En mitad del funeral una piedra enorme cayó del cielo sobre el sacerdote y quedó gravemente herido, por lo que se tuvo que cancelar.
Mukashi se sentía más nervioso que nunca. Una idea rondaba con fuerza en su cabeza y no podía acallarla. Así, confesó a su mujer que la había seguido. Le contó todo cuanto vio e hizo, también el acto de lanzar la piedra en medio de su frustración. Al escucharlo la tristeza se apoderó de la mujer.
- ¿En serio hiciste todo eso?
- Sí. Lo lamento
En cuanto lo hubo confirmado la mujer empezó a llorar y se dirigió a la ventana, la abrió y saltó por ella mientras se transformaba en una pequeña rana. Mukashi trató de saltar también pero solo tuvo tiempo para ver como una gran garza se abalanzaba sobre su mujer. No pudo salvarla y el pájaro se alejó volando mientras Mukashi trataba de dar alcance al asesino de su esposa. Nunca pudo hacerlo.
- Si no hubiera desconfiado de ella seguiría conmigo.
Se quedó solo de nuevo y volvió al monótono trabajo recordando a su amada, pequeña y graciosa esposa rana.
Y bien, ya es hora. Es hora de que hagamos lo que a Halloween nos hemos encomendado... A... ¡¡¡¡¡Pedir dulces y caramelos!!!!! =^.^= ¡Feliz Halloween a todos! Que os llenéis la panza de dulces y tengáis una noche terroríficamente divertida. Os quiero ❤♪
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