Nya, el congee es un alimento muy popular extendido por toda Asia y consistente en una especie de gachas de arroz blanco dulce con diversos acompañamientos. Mientras que en unas culturas se toma como desayuno o intermedio a media mañana en otros es el sustituto del arroz para el almuerzo. Existen electrodomésticos específicamente para este plato. Dependiendo del país varía, por ejemplo en China se come a veces con Zha cai, que es un encurtido de la raíz de la mostaza, huevo de pato en salazón, lechuga y pasta dace, brotes de bambú, youtiao, una especie de pan frito, seitán, que viene a ser gluten blanco, carne y huevo centenario. En cambio el filipino, que recibe el nombre de lugaw, tiene una consistencia más ligera y viscosa. Se decora usualmente con cebolla de primavera, servirse con ajo frito y cocerse en jengibre, aunque también puede hacerse con caldo de pescado o de pollo. En ocasiones se añade también utak, el cerebro del cerdo (¡iurgggh! >.< ) No obstante el que nos interesa es la variante japonesa, denominada okayu, y que es más ligera que las otras. El periodo de cocción es más corto y además se cocina alrededor de la media hora cuando la variante cantonesa la hace en una hora. Puede consistir en arroz y agua pero por lo general se le añade huevo revuelto, negi, un tipo de cebolla, salmón, roe, jengibre y umeboshi, una especie de ciruela encurtida. Se puede emplear sopa de miso o caldo de pollo para reforzar el sabor. En general, no solo en esta variante el alimento se da a los enfermos, niños que empiezan a comer sólidos y ancianos por ser muy fácil de digerir y ser bueno para el organismo enfermo. En este aspecto se le puede relacionar con la sopa de pollo del mundo occidental. En japón un tipo concreto de congee, el nanakusa-gayu, congee de seite hierbas, se come el el 7 de enero por tradición para ser protegido el comensal de los demonios. Se cree que además eso permite la longevidad y atrae la suerte en el nuevo año.
El que yo probé fue Mixed oat congee. La lata venía acompañada por una práctica cuchara plegable, que venía encajada bajo la tapa. Viene muy bien para cuando se está fuera de casa o no se dispone de cubiertos. Sin embargo debo decir que utilicé una de casa, que se me hacía más cómodo. Eso sí, antes probé una cucharada con ella.
Estaba compuesto por agua, caña de azúcar, frijoles, harina de avena, semillas de loto, cebada perlada, batata, frijoles rojos, arroz glutinoso y mijo. Apreciaréis diferencias respecto lo anteriormente comentado pero es que los ingredientes varían de una prefectura a otra y de un rincón de Asia a otro. En cualquier caso estaba buenísimo. Su sabor era muy dulce, lo que quizás disguste a aquellos que no sean muy golosos o prefieran sopas con sabor mas fuerte.
Tengo que decir que no es la primera vez que pruebo una sopa preparada. Anteriormente en Shonton compré una sopa de maiz, otra de habas y si no me equivoco, una variante de congee de bastante menor calidad (¡Había hasta un trozo de mármol sin pulir en la lata y casi me dejo un diente!)
La verdad no habría podido probarlo en mejor momento. Ahora que el tiempo invernal empieza a arreciar y nos invade el frío apetece una buena sopa de miso o sopa wakame o un delicioso guiso japonés. Al respecto os digo que tengo intención de preparar uno para año nuevo, a ver si sorprendo a todos... y si a los del consejo de alumnos o a algún profesor se le ocurre aparecer, les engatusaré con mi delicioso estofado. Estoy convencida de que al probar tal manjar, llorarán de alegría y nos dejarán continuar con la fiesta. *guiño, guiño*
Pues nada hasta la próxima reseña culinaria ^^ ¡que comáis bien!
No hay comentarios:
Publicar un comentario