jueves, 10 de enero de 2013
vaya forma de empezar el año
Nya, vaya manera de recibir el año nuevo y de acabar las vacaciones. Resulta que mi primo me contagió la varicela. A él le dio cuando era muy pequeño pero hace unas semanas tuvo una recaída con algo llamado "la culebrilla". Su pediatra juró y perjuró que yo, que nunca la había sufrido no me contagiaría, que hasta pensarlo era absurdo. Yo no quería ir a visitarlo por si acaso pero como todo el mundo insistió en que nada malo pasaría al final fui de visita. Un par de días antes de año nuevo ya me sentía un poco mal pero fue el primer día del año cuando la varicela se mostró en todo su esplendor. Me empezó a sufrir la fiebre, por lo que me tuvo que ir pitando del almuerzo familiar. Por la noche me empezaron a salir las ronchas y al día siguiente tras ir al médico, que se hizo de rogar, por cierto, lo confirmamos. Así no pude ir al cine con mi abuela, ni ivitar a Josefa a un almuerzo japonés y tuve que pasar el resto de las vacaciones en casa, incluído, claro, el día de reyes. Primera vez que lo paso en casa en lugar de con toda la familia. Por si fuera poco me estoy volviendo majara para evitar que la varicela estropee mis días de examen y presentación de trabajos. esto es porque ya estamos en días de trabajo y hubiera ido a la universidad si no me lo hubiera prohibido el médico. Que puedo provocar una pandemia, dice. Ahora tengo el día 18 la presentación del trabajo de cine, que seguramente habría pulido de no ser por la varicela. Por ello es posible que no pueda publicar como quisiera en los próximos días. Por lo menos ya no sufro la fiebre y se me están empezando a caer algunas ronchas. De cara ya empiezo a parecer un ser humano y no el increíble chico croqueta. Eso sí, como pille a la pediatra de mi primo a Dios pongo por téstigo que le haré tragarse su estetoscopio ¡Mi pobre y lindo cuerpecito! >.<
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