el calentamiento global alcanza niveles sorprendentes

el calentamiento global era algo que ya de por sí aterraba, pero es que ahora la cosa se ha puesto peor. si no, que se lo digan al señor Jackson, que iba andando tan tranquilo por la calle cuando empezó a notar cierto calorcillo en la planta del pie, ello no le pareció demasiado raro, así que siguió andando. empezó a mosquearse cuando notó que sus pies se volvían blandos para minutos más tarde perder su forma y desparrmarse por el suelo. el pobre hombre intentó ir a la consulta de un médico para que le recetase algo pero sus pies, o lo que lo habían sido, resultaban demasiado pegajosos, de manera que en un para de horas de trayecto había perdido la mitad de su cuerpo de la misma forma que los pies sin haber llegado a donde quería.

la foto fue tomada cuando un tipo despistado le pidió un autógrafo confudiéndole con terminator en estado semilíquido. pese a un paseante que intentó ayudarle a llegar a la consulta fue inúti. era demasiado tarde. en aquel momento sus brazos ya habían desaparecido y durante el trayecto también su cabeza se disolvió. para cuando llegaron el paseante sostenía sobre sus brazos una masa viscosa. el hombre resbaló, pues la señora de la limpieza estaba fregando y el señor Jackson puso perdido el suelo con su cuerpo, si es que a lo que era se le podía llamar señor Jackson. la señorita Gertrudis se puso hecha una furia y le gritó que no tirase guarradas al suelo, absorbiendo a Jackson con la fregona y mezclándolo con el agua para luego tirarlo al váter. los gritos atropellados del paseante, David, no sirvieron de nada. más tarde entró a la consulta del doctor para explicarle lo sucedido, pero este médico es muy miope, pensó que estaba atendiendo a una mujer muy fea y sin dejarle hablar le inyectó varias inyecciones y le hizo tragar una veintena de pastillas. éste fue el resultado inmediato