maldito pavo

mira que saltar sobre el teclado, espero que no lo haya estropeado.

- ven aquí, ave tonta

la miré por todos lados y al fin lo ví.

- conque estás ahí.

salté sobre él, pero desgraciadamente era un espejo.

- ¡la pava que te dio a luz!

el pavo se descojonó sobre la mesa llorando de risa. entonces se acercaron sigilosamente pato y abejonejo y lo cogieron, me lo tiraron en volandas y lo cogí por el cuello.

- ahora vas a dejar que te cocine, le prometí a mi familia que yo prepararía el plato fuerte este año.

me miró con esos ojitos llorosos.

- no me mires así, por favor. le supliqué

pero su mirada seguía allí.

- vamos, no puedo matar algo que me mira así

ahora encima le saltaron dos lágrimas. me llevé las manos a los ojos y lo dejé libre.

- ¡perdoname! ¡no te comeré! ¡no puedo comerte! ¡nunca he matado una mosca! seguidamente me puse a llorar, al igual que el pavo.

he decidido invitarlo a la cena, ¡pero no como comida! sino como invitado. la cena era un problema, ¿qué lo podía sustituir? al final entre todos decidimos que prepararíamos una zanahoria gigante de Nueva Zelanda. puede parecer un problema, pero para un dibujo animado es tan fácil como sacar un lápiz y dibujarla en el aire.