miércoles, 14 de noviembre de 2012

manifestación del 14 de noviembre

nya, hoy ha sido un día movido. Desde por la mañana nos preparamos para el motivo del día, la huelga general y su respectiva manifestación. Al rededor de las 4:00 salimos de casa en compañía de Josefa, gran amiga de mi madre. Estuvimos esperando a la guagua pero varios minutos después la policía cortó el tráfico. Por suerte la manifestación de sanidad estaba pasando tan solo una calle más atrás. Nos metimos en el grupo, pues más adelante convergería con el resto de manifestantes. De por sí en la de aquel colectivo ya había mucha gente y la calle estaba repleta. Más adelante vislumbramos desde nuestra posición unas guaguas inflables procedentes de otro colectivo. Se trataba del de los sistemas de transportes. Se nos unieron y bajamos todos juntos por la carretera, que estaba vacía salvo por algunos tramos en los que, por la afluencia de gente, los coches se quedaron atascados. A la altura de Las Indias mi madre sugirió parar e ir a casa de mi abuela pero no era momento, que nos estábamos manifestando, ¡caray! Por supuesto de vez en cuando la llamaríamos para informarla, que si no la pobre se preocupa. Lo que sí teníamos que hacer a toda costa era pis, que en todo el recorrido nos habían entrado ganas. Para no perder el grupo de vista nos adelantamos a todo correr y entramos en un bar aislado, donde pudimos hacer nuestras necesidades y beber agua. Tras eso bajamos un poco por nuestra cuenta en dirección al lugar donde estaría el grueso de manifestantes. Fue cerca de la plaza de los kioskos, por donde queda el "Sakura", que también se declaró en huelga. Estaba abarrotado y todos los presentes concordamos en que era la manifestación con mayor afluencia que habíamos visto, y eso que Josefa había ido a unas cuantas. De hecho escuché que había más gente en esta que en la posterior al 23-F. Estando allí encontramos el colectivo de la ULL en contra de los recortes en educación. También nos topamos con los ecologistas. Nos hicimos unas fotos con ellos. Queríamos entrar en la manifestación junto a estos pero tardaban demasiado y nosotros queríamos estar presentes. Como no parecían estar por la labor de entrar y con el aumento de gente en la marcha era más complicado entrar desistimos de acompañarlos y entramos solos. Nos colocamos justo detrás de Comisiones Obreras. Marchamos largo rato leyendo las pancartas de la gente, que en su mayoría eran muy ingeniosas. Recuerdo, por ejemplo una con Rajoy a lo pirata, "Me voy pa' Narnia, prefiero que me gobierne un león a un ladrón", "un mundo mejor es posible", "no hay tanta pancarta para tanto motivo", "trabajador aiutónomo, en peligro de extinción", "soy igual que tú, yo tampoco tengo futuro", "hasta yo, que soy pepero, estoy hasta los huevos", "no tengo sexo, el gobierno ya me jode todos los días", "no somos antisistema, el sistema es antinosotros"  y un niño pequeño con una pancarta que decía: "mis abuelos tuvieron más derechos que los que tendré yo", entre otras muchas. De vez en cuando se trataba de movilizar a los pocos que miraban la manifestación en lugar de entrar en ella con un: "¡únete! ¡no nos mires!" y cuando no, se gritaban consignas como: "¡esto es lo que pasa con un gobierno facha!" "¡el pueblo unido jamás será vencido!" "¡aunque saquen a la policía no nos moverán!" (cantado a lo "verano azul"), "Rajoy, ¡cabrón!, ¡trabaja de peón!", etc. Vimos en esas otros tantos colectivos, maestros, pensionistas, extranjeros en España, trabajadores autónomos, el colectivo LGBT, bomberos, parados, hasta abuelas enfadadas. Por la abundancia de gente había largos momentos en que la concentración se detenía, viéndose incapaz de avanzar por la saturación. A fin de cuentas todos los comercios estaban cerrados y nadie estaba en sus casas sino en la calle. Por eso decidimos salir de donde estaba el mogollón y avanzar por nuestra cuenta para colocarnos más adelante. Lo hicimos unos minutos y cuando entramos lo hicimos tras UGT. Continuamos avanzando, cada vez con más y más gente. Había todo tipo de personas, realmente estaba en la calle todo el mundo, cada cual con unos objetivos y puntos de vista diferentes pero con una idea común: no se están haciendo las cosas bien y estamos hartos de que se hagan mal. Es muy difícil cabrear a todo el mundo, pues la politica de este país, sobre todo de los partido mayoritarios, lo ha logrado. Mi madre estaba visiblemente sorprendido por la afluencia de gente. Ella pensaba que solo habría cuatro gatos y que solo nosotros nos preocupamos y enfadamos por lo que hacen los políticos. La información que recibía de los medios le hacía pensar eso, lo que demuestra que no quieren informarnos debidamente por motivos políticos. Le resultaba tanto más sorprendente teniendo en cuenta que la manifestación era a nivel europeo y no nacional, algo que aparentemente Josefa no sabía. Hubo un momento en que casi pierdo de vista a mi madre, fueron unos brevísimos instantes en que me preguntó qué ponía la pancarta de los bomberos, que estaba medio tapada, y cuando me di la vuelta para decirle se había movido y pasó de largo. Afortunadamente nos vimos por el rabillo de ojo y nos pegamos en uno al otro. Nos detuvimos un momento en uno de los pocos bares que aún no habían cerrado por huelga para hacer pis y aprovechamos para comprar una botella de agua y comprar un paquete de papas como aperitivo mientras nos manifestabamos. Luego nos introducimos de nuevo con el resto de la gente y allí estuvimos hasta llegar al punto culminante donde sonaron pitidos, estruendos, cohetes, bocinas y ruidos ensordecedores varios. Aunque nosotros estuviésemos allí eramos solo una pequeña fracción. El resto de la isla iba todavía donde nosotros habíamos empezado el recorrido y les quedaban horas para alcanzarnos. Quizás en estos momentos estén llegando. En cualquier caso el estruendo comentado marcó el final de la manifectación, que no de nuestra lucha por la justicia. Tras eso nos fuimos disgregando, aunque había quien quería más, como alguien que gritó: "¡Asaltemos el congreso!". Nosotros nos dirigimos, como tantos otros a la parada de la guagua, servicio que con suerte, no tardaría en restaurarse. Pensandolo bien deberíamos haber ido a la estación, ya que habríamos sabido de inmediato cuando saldrían. Llamamos a algunos amigos que trabajan en transporte pero todos estaban en la manifestación y no cogían el teléfono. Coger un taxi era tarea imposible ya que todos estaban ocupados. Con tanta gente no era de extrañar. Esperamos un rato hasta que apareció una guagua. Todos respiramos aliviados, pues teníamos los pies hechos puré, pero no era la nuestra ni la de ninguno de los que estaban con nosotros. Esperamos un rato más mientras hablabamos y finalmente apareció la que estábamos esperando. Cierto es que ya estaba muy llena pero pudimos coger un sitio y descansar un poco los pies hasta llegar a nuestra parada. Considero que la huelga ha sido un éxito. Desde luego no hemos sido cuatro gatos ni cinco perroflautas (¿Qué coño es un perroflauta, un can flautista? ¿Y por qué les gusta tanto usar esta palabra a los de ultraderecha?) sea lo que sea que digan por la tele o la radio. Nunca he visto tanta gente en la calle, ni enfadada, pero no de manera peligrosa para el mobiliario urbano ni las otras personas. De hecho eran las fuerzas policiales las que nos miraban raro y hasta alguno acariciaba la cachiporra esperando la mínima justificación para usarla. Si Rajoy y sus acólitos no cambian de opinión ni nos hacen caso después de haber montado esto la solución es bien sencilla, se le coge por la barba y se le tira a un container, total, para lo que sirve como político y humano hasta le estaremos haciendo un favor. Sea cual sea el resultado ya nadie puede pararnos. Paz a todos ^^

No hay comentarios: